Miomas uterinos
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Miomas uterinos
Los miomas uterinos (fibromas o leiomiomas), son los tumores benignos ginecológicos más frecuentes. Suelen afectar a mujeres a partir de los 40 años, aunque también se dan en edades mas jóvenes. El crecimiento de los miomas depende de los estrógenos, por lo que podrán crecer mientras la mujer tenga reglas, por el contrario, una vez entrada la menopausia el tamaño de los miomas se reduce, aunque nunca desaparecen totalmente. Pueden afectar a diferentes zonas del útero, ser únicos o múltiples y de diferentes tamaños.
Los miomas pueden ser asintomáticos o producir síntomas como:
- Reglas más abundantes o de mayor duración.
- Reglas dolorosas.
- Sensación de hinchazón abdominal, gases o estreñimiento.
- Aumento de la frecuencia miccional (orinar a menudo).
- Dolor abdominal.
- Dolor durante las relaciones sexuales.
La exploración ginecológica mediante el tacto vaginal permite en ocasiones el diagnóstico al detectar un aumento del tamaño del útero y de forma irregular, aunque resulta un más difícil en caso de pacientes obesas. La confirmación diagnóstica suele darlo la ecografía ginecológica.
En muchos casos tan sólo se realizarán controles clínicos y ecográficos de forma periódica, para controlar el crecimiento del mioma. Si no son muy grandes y no tienen una velocidad de crecimiento elevada, su revisión puede ser anual. El tratamiento va a depender de varios factores como la edad, síntomas y gravedad de los mismos, deseo de embarazo, tipo de mioma. El tratamiento médico abarca desde la utilización de hemostáticos por boca para reducir el volumen de sangre durante la menstruación, anticonceptivos para el control de los trastornos menstruales, suplementos de hierro para tratar la anemia en caso pérdidas abundantes y antinflamatorios no esteroideos para el tratamiento del dolor.
Aquellos miomas uterinos que produzcan síntomas que no se puedan controlar con tratamiento médico serán susceptibles de cirugía. Pueden ser extraídos por vía histeroscópica, laparoscópica o laparotómica (cirugía abierta convencional). El número de fibromas no debe representar una contraindicación absoluta para la cirugía conservadora en aquellas mujeres que deseen conservar el útero para preservar su fertilidad.